La magia en Teluria ha sido tema de estudios y discusiones a lo largo de su breve historia.
Traida al mundo por los dioses, y nacidos estos de la voluntad humana, la magia siempre ha sido un desconodido.
Tras las Guerras Dragón, durante los años de paz que les siguieron, se estudió el arte arcano en busca de su origen, sus propiedades y sus posibilidades.
Tras años de estudio se aprobó un modelo arcano generalizado para toda Teluria:
Dicho modelo dividía la magia en cuatro elementos originarios, de cuya mezcla surgían las diferentes combinaciones arcanas como la magia de ilusión, estrechamente asociada al elemento Niebla, y cuyo origen nace de la fusión del elemento Aire y el Agua.
Además, dicho modelo establecía como punto central y originario de todos los elementos lo que los estudiosos dieron en llamar Magia Divina. Aquella magia proveniente de los Dioses que se encontraba estrechamente ligada a la magia sacerdotal.
Durante décadas este fue el modelo aceptado en toda Teluria.
Sin embargo, un joven mago llamado Alessandro Nyos, se presentó años más tarde ante los magos de todo el mundo con un nuevo modelo.
En dicho modelo contemplaba la existencia de otras fuentes arcanas, y justificaba la razón por la cual la magia no había evolucionado durante las décadas anteriores: Porque su diagrama de estudio era erróneo.
El nuevo diagrama, presentado por Alessandro, fue este:
En él establecía como correctos los elementos establecidos por el anterior, pero los colocaba n el último escalafón de las artes arcanas.
Por encima de ellos estableció cuatro estados mágicos, cuatro capacidades innatas a todo hechizo que podían utilizarse para modificar los efectos conseguidos. Dichas capacidades eran Creación, Vida, Muerte y Destrucción.
Alessandro explicaba como, hasta ahora, únicamente se había evolucionado en la magia de Vida y en la de Creación, siendo ambas de origen Divino.
Sin embargo planteaba que este no era el único origen arcano. Demostró mediante complicadas fórmulas -que no viene al caso utilizar en esta argumentación- como la magia tenía otro origen, un origen que los Magos de toda Teluria no habían querido ver, pero que ahí estaba: Los demonios.
Así estableció que este tipo de magia, más oscura, tenía otras dos capacidades en las que había que trabajar para alcanzar el siguiente nivel de comprensión mística: la Magia de la Muerte y la Magia de la Destrucción.
Así mismo también estableció dos pequeños puntos a raiz de los cuales, Alessandro creía que vendría el siguiente nivel de comprensión arcana. Demostró con hechos, como la Nigromancia, arte desconocida hasta ese momento en Teluria, era originaria de una interacción entre la Magia de Muerte y la magia de vida, y por lo tanto también por sus fuentes externas: la magia de Aire y la Magia de Tierra.
Explicaba como, a raiz de la interacción con lo divino y lo demoniaco, había dos nuevos estados de la magia, opuestos pero diametralmente hermanados. Las dos caras de la misma moneda: La Ley y el Caos.
Debido a este innovador sistema mágico, Alessandro fue repudiado y perseguido, pues los Magos de Teluria se negaban a aceptar que podían haber estado equivocados.
Alessandro por su parte argumentaba que no había equivoco, sino desconocimiento. Argumentaba que, al igual que la humanidad, la magia también podía evolucionar, y que era precisamente eso lo que había pasado. Por eso, para poder progresar, explicaba que era necesario aceptar este nuevo modelo arcano. Aseguraba que el siguiente nivel mágico estaba ahí, pero que era necesario el estudio del actual para poder verlo.
Y dicho estudio sería erróneo hasta que se aceptase el nuevo modelo.
Finalmente, tras años de deliberaciones y argumentaciones por parte de ambos bandos, el nuevo modelo arcano fue aprobado.